Lun Mayo 04, 2015 6:56 am por 
HISTORIA
Todo comenzó cuando reinaba en Guenecia el rey Máximo II, el constructor, aunque también conocido como el cojo, cuya administración era muy querida por la gente del pueblo común. El mote de constructor se lo ganó por la creación de grandes avances, como el Puente del Río Tusk y la Tercera Muralla. La vida era tranquila, las personas se preocupaban de llevar adelante sus familias y sus casas, pero como en toda monarquía, el rey un día moriría. Lo que nadie esperaba es que fuera tan pronto.
Se dijo que había sido un accidente, que el rey, producto de su nacimiento con un pie deforme, había tropezado al atravesar un puente de su imponente castillo y había terminado reventándose contra las rocas, pero muchos decían que aquello no podía haber sido un accidente y alguien lo había derribado.
Lo sucedió su hijo mayor, el rey Augusto V, el conquistador, que de inmediato marcó diferencias con su antecesor, generando un clima belicoso en el reino. Dirigió campañas para terminar de anexar algunas zonas que aún tenían sus propios reyes, con los que su padre había hecho tratados de paz. Sus campañas de conquista no eran sino un éxito tras otro, consolidando el poder de su corona… sin embargo todo cambiaría esa noche.
Todos los que vieron el resplandor atravesar los cielos gritaron despavoridos, pensando que los dioses se habían enojado y mandaban un castigo horrendo. El sonido del impacto no hizo sino confirmar sus temores.
Las primeras expediciones al sur no retornaron, pero desde lo lejos se podía ver la destrucción. El humo, el fuego, todo contrastaba con el usualmente frío paraje montañoso de ese lugar. Nadie se imaginó lo que pasaría después.
Las hordas de criaturas llegaron por la noche al pequeño poblado de Villa Verde. El horror y la destrucción fueron relatados por su único sobreviviente, un chico que se había ocultado en un armario, según algunos relatos, una mujer que había sido por algún motivo dejada con vida, según otros, pero puso de aviso al reino de que algo extraño ocurría en las tierras del sur. Este pueblo sería desde entonces llamado Villa Horror.
La destrucción tan rápida de las ciudades cercanas obligó a los ejércitos a abandonar la guerra y generar una contraofensiva. 150 años tardaron los soldados en detener a lo que parecía una fuente inagotable de criaturas horrendas y despiadadas que sólo buscaban destrucción y caos. Un gran cráter emanaba aún humo y fuego. En ese entonces el rey Máximo III, el reconstructor, fiel a las historias que se narraban de su antepasado del mismo nombre, se dedicó por completo a la construcción del Gran Muro alrededor de tan terrible lugar, que pasó a llamarse La Gran Boca, conteniendo así a las criaturas que de allí emergían.
El reino estaba severamente lastimado, muchas ciudades yacían en ruinas, la población había disminuido dramáticamente y se contaba de horribles seres que proliferaban en los bosques.
De ese incidente han pasado 500 años y los humanos han logrado reconstruir la mayor parte del reino, aunque aún luchan contra las criaturas que vagan en los bosques. Sus ciudades y pueblos todos obedecen al mismo rey, que tiene su cede en la vieja Guenecia, mediante un sistema de gobierno feudal. Muchos humanos sólo quieren seguir adelante con sus vidas, otros buscan alcanzar la gloria enfrentando a las criaturas que aún habitan los bosques y caminos.
DESCRIPCIÓN
La raza de los Humanos es la más numerosa de todo Epeoma, lo que les lleva a tener una gran variedad de apariencias. Hay humanos de cabellos rubios y piel clara, otros de piel oscura y cabellos negros, los hay de distintos tamaños y con habilidades muy diversas.
Los humanos tienden a vivir y agruparse en pueblos y ciudades, entrenando a sus jóvenes en alguna habilidad o arma. Sus soldados suelen ser disciplinados y aprovechar las ventajas de lo avanzado de sus forjas para portar filosas armas y resistentes armaduras.
También existen humanos capaces de invocar el poder de los dioses para causar estragos entre sus enemigos o ayudar a sus aliados. Unos pocos se dedican al estudio de lo arcano y la magia, aunque esto no es muy bien visto, dada la asociación con La Gran Boca que tiene esta práctica. Todo humano que practique magia arcana debe ponerse a disposición de su señor feudal y contar con su venia para practicarla o puede ser juzgado y ejecutado por ello.
HABILIDAD RACIAL*
*Las habilidades raciales pueden usarse una vez por partida, no consumen una acción y su efecto es inmediato.
Espíritu Humano: Aumenta tu Habilidad Principal más alta un nivel por 2 turnos. En caso de empate, prevalece la que mejor defina al personaje.
ORÍGENES
Genecianos: Los habitantes de Guenecia y sus alrededores pueden tener diversos rasgos étnicos, aunque mayoritariamente son blancos, y suelen contar con una buena educación y formación, a excepción de los granjeros que viven alejados de los muros. Sus soldados suelen llevar armaduras bien elaboradas y tener formación bien desarrollada en un tipo de arma.
Finruvianos: Los habitantes de Finrus están acostumbrados a luchar contra las criaturas de los bosques y para ellos el combate es algo cotidiano. La mayoría de ellos son de cabellos claros y suelen tener cuerpos fornidos por el entrenamiento. Comúnmente tienen una relación cercana con los caballos, ya que su principal fuerza de combate es la caballería.
Norteños: Los habitantes de Mirzán y Especula suelen ser de pieles oliva o negras y estar preparados para la vida en el desierto. Su estilo de combate involucra generalmente escasa o nula armadura y armas rápidas o tiro con arco.
Boreales: Los habitantes de Borealia están orgullosos de llevar el reino hasta lugares de clima difícil y usualmente tienen una formación basada fuertemente en el honor, el respeto a los mayores y las tradiciones. La religión suele formar parte importante de sus vidas. Tienen diversos rasgos étnicos, predominando la piel blanca y cabellos oscuros.
Pueblos y Villas: A lo largo del reino existen múltiples villas y pueblos, algunos tan poco importantes que no suelen aparecer en los mapas. Los habitantes de estos lugares suelen llevar vidas de trabajo y esfuerzo y usualmente deben lidiar con ataques de demonios libres sin ayuda de soldados.
RELIGIÓN
Los humanos veneran mayoritariamente la religión del Dios de los 4 Aspectos. Esta religión plantea que existe un sólo dios, pero que éste se manifiesta en 4 personas. El mayor de estos aspectos es el Anciano, una figura paterna que rige a sus hijos, tanto bondadoso a los justos como severo en sus castigos a aquellos que se desvían. El Joven es un aspecto masculino, usualmente representado en la mitad de los 20s, vestido de guerrero. A este aspecto se le elevan plegarias antes de las batallas. La Vieja representa la sanación y la sabiduría, además de las tradiciones, existiendo numerosos fiestas en su honor. Finalmente, La Joven representa la fertilidad y la nueva vida. Se le reza para las siembras y para pedir salud y fecundidad. En algunos pueblos e iglesias se tiende a dar más importancia a un aspecto que a otro.
La religión de los humanos suele ser muy castigadora con aquellos que consideran infieles, es decir, que no adoran a los 4 aspectos.
Todo comenzó cuando reinaba en Guenecia el rey Máximo II, el constructor, aunque también conocido como el cojo, cuya administración era muy querida por la gente del pueblo común. El mote de constructor se lo ganó por la creación de grandes avances, como el Puente del Río Tusk y la Tercera Muralla. La vida era tranquila, las personas se preocupaban de llevar adelante sus familias y sus casas, pero como en toda monarquía, el rey un día moriría. Lo que nadie esperaba es que fuera tan pronto.
Se dijo que había sido un accidente, que el rey, producto de su nacimiento con un pie deforme, había tropezado al atravesar un puente de su imponente castillo y había terminado reventándose contra las rocas, pero muchos decían que aquello no podía haber sido un accidente y alguien lo había derribado.
Lo sucedió su hijo mayor, el rey Augusto V, el conquistador, que de inmediato marcó diferencias con su antecesor, generando un clima belicoso en el reino. Dirigió campañas para terminar de anexar algunas zonas que aún tenían sus propios reyes, con los que su padre había hecho tratados de paz. Sus campañas de conquista no eran sino un éxito tras otro, consolidando el poder de su corona… sin embargo todo cambiaría esa noche.
Todos los que vieron el resplandor atravesar los cielos gritaron despavoridos, pensando que los dioses se habían enojado y mandaban un castigo horrendo. El sonido del impacto no hizo sino confirmar sus temores.
Las primeras expediciones al sur no retornaron, pero desde lo lejos se podía ver la destrucción. El humo, el fuego, todo contrastaba con el usualmente frío paraje montañoso de ese lugar. Nadie se imaginó lo que pasaría después.
Las hordas de criaturas llegaron por la noche al pequeño poblado de Villa Verde. El horror y la destrucción fueron relatados por su único sobreviviente, un chico que se había ocultado en un armario, según algunos relatos, una mujer que había sido por algún motivo dejada con vida, según otros, pero puso de aviso al reino de que algo extraño ocurría en las tierras del sur. Este pueblo sería desde entonces llamado Villa Horror.
La destrucción tan rápida de las ciudades cercanas obligó a los ejércitos a abandonar la guerra y generar una contraofensiva. 150 años tardaron los soldados en detener a lo que parecía una fuente inagotable de criaturas horrendas y despiadadas que sólo buscaban destrucción y caos. Un gran cráter emanaba aún humo y fuego. En ese entonces el rey Máximo III, el reconstructor, fiel a las historias que se narraban de su antepasado del mismo nombre, se dedicó por completo a la construcción del Gran Muro alrededor de tan terrible lugar, que pasó a llamarse La Gran Boca, conteniendo así a las criaturas que de allí emergían.
El reino estaba severamente lastimado, muchas ciudades yacían en ruinas, la población había disminuido dramáticamente y se contaba de horribles seres que proliferaban en los bosques.
De ese incidente han pasado 500 años y los humanos han logrado reconstruir la mayor parte del reino, aunque aún luchan contra las criaturas que vagan en los bosques. Sus ciudades y pueblos todos obedecen al mismo rey, que tiene su cede en la vieja Guenecia, mediante un sistema de gobierno feudal. Muchos humanos sólo quieren seguir adelante con sus vidas, otros buscan alcanzar la gloria enfrentando a las criaturas que aún habitan los bosques y caminos.
DESCRIPCIÓN
La raza de los Humanos es la más numerosa de todo Epeoma, lo que les lleva a tener una gran variedad de apariencias. Hay humanos de cabellos rubios y piel clara, otros de piel oscura y cabellos negros, los hay de distintos tamaños y con habilidades muy diversas.
Los humanos tienden a vivir y agruparse en pueblos y ciudades, entrenando a sus jóvenes en alguna habilidad o arma. Sus soldados suelen ser disciplinados y aprovechar las ventajas de lo avanzado de sus forjas para portar filosas armas y resistentes armaduras.
También existen humanos capaces de invocar el poder de los dioses para causar estragos entre sus enemigos o ayudar a sus aliados. Unos pocos se dedican al estudio de lo arcano y la magia, aunque esto no es muy bien visto, dada la asociación con La Gran Boca que tiene esta práctica. Todo humano que practique magia arcana debe ponerse a disposición de su señor feudal y contar con su venia para practicarla o puede ser juzgado y ejecutado por ello.
HABILIDAD RACIAL*
*Las habilidades raciales pueden usarse una vez por partida, no consumen una acción y su efecto es inmediato.
Espíritu Humano: Aumenta tu Habilidad Principal más alta un nivel por 2 turnos. En caso de empate, prevalece la que mejor defina al personaje.
ORÍGENES
Genecianos: Los habitantes de Guenecia y sus alrededores pueden tener diversos rasgos étnicos, aunque mayoritariamente son blancos, y suelen contar con una buena educación y formación, a excepción de los granjeros que viven alejados de los muros. Sus soldados suelen llevar armaduras bien elaboradas y tener formación bien desarrollada en un tipo de arma.
Finruvianos: Los habitantes de Finrus están acostumbrados a luchar contra las criaturas de los bosques y para ellos el combate es algo cotidiano. La mayoría de ellos son de cabellos claros y suelen tener cuerpos fornidos por el entrenamiento. Comúnmente tienen una relación cercana con los caballos, ya que su principal fuerza de combate es la caballería.
Norteños: Los habitantes de Mirzán y Especula suelen ser de pieles oliva o negras y estar preparados para la vida en el desierto. Su estilo de combate involucra generalmente escasa o nula armadura y armas rápidas o tiro con arco.
Boreales: Los habitantes de Borealia están orgullosos de llevar el reino hasta lugares de clima difícil y usualmente tienen una formación basada fuertemente en el honor, el respeto a los mayores y las tradiciones. La religión suele formar parte importante de sus vidas. Tienen diversos rasgos étnicos, predominando la piel blanca y cabellos oscuros.
Pueblos y Villas: A lo largo del reino existen múltiples villas y pueblos, algunos tan poco importantes que no suelen aparecer en los mapas. Los habitantes de estos lugares suelen llevar vidas de trabajo y esfuerzo y usualmente deben lidiar con ataques de demonios libres sin ayuda de soldados.
RELIGIÓN
Los humanos veneran mayoritariamente la religión del Dios de los 4 Aspectos. Esta religión plantea que existe un sólo dios, pero que éste se manifiesta en 4 personas. El mayor de estos aspectos es el Anciano, una figura paterna que rige a sus hijos, tanto bondadoso a los justos como severo en sus castigos a aquellos que se desvían. El Joven es un aspecto masculino, usualmente representado en la mitad de los 20s, vestido de guerrero. A este aspecto se le elevan plegarias antes de las batallas. La Vieja representa la sanación y la sabiduría, además de las tradiciones, existiendo numerosos fiestas en su honor. Finalmente, La Joven representa la fertilidad y la nueva vida. Se le reza para las siembras y para pedir salud y fecundidad. En algunos pueblos e iglesias se tiende a dar más importancia a un aspecto que a otro.
La religión de los humanos suele ser muy castigadora con aquellos que consideran infieles, es decir, que no adoran a los 4 aspectos.
